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Neuronutrición

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Por: Coralis Alsina, RD, LND
Nutricionista y Presidenta de Medical Nutrition Center


Existe un concepto de vanguardia hacia el tratamiento de enfermedades del cerebro que se conoce como neuronutrición. Los científicos dedicados a este campo observan y exploran el efecto antinflamatorio, antineoplásico, y neuroprotectivo de los alimentos y ciertos patrones de alimentación.

Recientemente, se ha destacado la capacidad preventiva y terapéutica de la dieta Mediterranean-Dash Intervention for Neurodegenerative Delay (MIND, por sus siglas en inglés) en las enfermedades neurodegenerativas con un enfoque principal en la condición de Alzheimer, por lo que es esencial conocer qué dice la evidencia acerca de sus componentes y su efectividad.

Patrones de alimentación vs. alimentos específicos

  • Debido a que los pacientes se benefician de las interacciones entre nutrientes presentes en un mismo plato, la práctica informada por la evidencia no promueve el efecto cognitivo de un solo alimento; en todo momento, se hace énfasis en los patrones de alimentación. Basado en este principio, se ha reconocido el potencial terapéutico de la estructura de alimentos que ofrece la dieta MIND, que es un híbrido entre las dietas Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH) y la mediterránea, las cuales ofrecen una efectividad clínica multifacética.

  • Los mecanismos de la neuronutrición están basados en la relación que tiene el estrés oxidativo e inflamación en el envejecimiento prematuro del cerebro, específicamente en estructuras importantes como los telómeros (Flanagan et al., 2020). El acortamiento acelerado de los telómeros se ha asociado con una menor expectativa de vida y el desarrollo de enfermedades crónicas. Asimismo, la neuroinflamación contribuye a la presencia de amiloidosis, muerte de las neuronas, adelgazamiento de la corteza cerebral, pérdida de volumen cerebral y enfermedades cerebrovasculares e infartos. Los nutrientes de la dieta MIND inhiben la formación de citokinas proinflamatorias y ejercen un efecto protectivo debido a la conexión entre el microbiota, el intestino y el cerebro, conocida como gut-brain axis. Además, se ha propuesto también el rol de la nutrición en el mantenimiento y optimización de la actividad metabólica cerebral como mecanismo de prevención neurodegenerativa.

  • En un metaanálisis de estudios transversales que incluyó un total de 13,733 participantes se encontró alta efectividad entre el grupo más adherente a la dieta mediterránea y longitud telomérica (Canudas et al., 2020). El rango reportado para la edad de los participantes fue de 20 a 65 años y los autores analizaron data de estudios bien diseñados, como el Nurse’s Health Study, PREDIMED- Navarra study, National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES), entre otros. En un estudio prospectivo dirigido por el Centro Médico de la Universidad de Chicago de Rush se encontró que la dieta MIND redujo la incidencia de la enfermedad de Alzheimer hasta un 54% en los participantes con mayor adherencia (Morris et al., 2015). La investigación duró cuatro (4) años y medio e incluyó 923 participantes entre las edades de 58 y 98 años. Como en toda terapia, la adherencia a este patrón de alimentación ha demostrado ser un factor clave en la efectividad terapéutica de la dieta MIND.

Componentes de la dieta MIND

  • El análisis nutricional de los alimentos que promueve la dieta MIND comprueba que aportan polifenoles, ácidos grasos, omega 3, vitaminas y antioxidantes. La dieta MIND está basada en plantas y, al igual que la dieta mediterránea, promueve el consumo de pescado y aceite de oliva. También recomienda la reducción de alimentos con alto contenido de grasa saturada y favorece un repertorio de alimentos intactos como las legumbres y granos enteros. La dieta DASH se alinea con la dieta mediterránea, pero hace énfasis en el control de sodio.


Alimentos permitidos en abundancia Alimentos permitidos en cantidades moderadas Alimentos que se deben evitar
• Pescado – un (1) servicio/semana • Proteínas de origen animal:
◦ Aves – dos (2) servicios/semana
• Carnes rojas y derivados
• Granos enteros – tres (3) servicios/día
• Vino – un (1) servicio/diario
• Repostería
• Vegetales de hojas verdes – seis (6) servicios/semana • Quesos
• Nueces – cinco (5) servicios/semana • Mantequilla/margarina
• Legumbres – tres (3) servicios/semana • Alimentos fritos
• Moras – dos (2) servicios/semana
• Aceite de oliva


¿Quiénes se benefician de la dieta MIND?

  • Aunque los signos y cambios degenerativos son más evidentes en el adulto mayor, se ha observado que el declive cognitivo gradual comienza a partir de los 30 años.
  • Aunque la dieta MIND es una terapia de alimentación no invasiva y segura, puede estar contraindicada cuando se está tomando warfarin (Coumadin®).
  • También se debe tener cautela en pacientes con hiperkalemia, alergias e intolerancias específicas a alimentos permitidos y con ciertas condiciones gastrointestinales que excluyen temporeramente alimentos altos en fibra como las hojas verdes, granos y nueces.
  • Los pacientes podrían tener dudas sobre cómo incorporar los principios de la dieta MIND en sus rutinas de alimentación diaria, por lo que un profesional licenciado en nutrición y dietética puede ser un aliado para el diseño y personalización de este patrón de alimentación.
  • Los pacientes pueden necesitar recetas y/o menús estructurados que le ayuden a lograr establecer su prescripción de dieta.
  • El protocolo nutricional MIND nos permite combinar lo mejor de dos dietas en una y, como profesionales de la salud, debemos mantenernos vigilantes ante su efectividad clínica en nuestras prácticas informadas por la evidencia.

Referencias:

  1. Canudas, S., Becerra-Tomas, N., Hernandez-Alonso, P., Galie, S., Leung, C., Crous-Bou, M., De Vivo, I., Gao, Y., Gu, Y., Meinila, J., Milte, C., Garcia-Calzon, S., Marti, A., Boccardi, V., Ventura-Marra, M., & Salas-Salvado, J. (2020). Mediterranean Diet and Telomere Length: A Systematic Review and Meta-Analysis. In Advances in Nutrition (Vol. 11, Issue 6, pp. 1544–1554). Oxford University Press.https://doi.org/10.1093/advances/nmaa079
  2. Flanagan, E., Lamport, D., Brennan, L., Burnet, P., Calabrese, V., Cunnane, S. C., de Wilde, M. C., Dye, L., Farrimond, J. A., Emerson Lombardo, N., Hartmann, T., Hartung, T., Kalliomäki, M., Kuhnle, G. G., La Fata, G., Sala-Vila, A., Samieri, C., Smith, A. D., Spencer, J. P. E., … Vauzour, D. (2020). Nutrition and the ageing brain: Moving towards clinical applications. In Ageing Research Reviews (Vol. 62). Elsevier Ireland Ltd. https://doi.org/10.1016/j.arr.2020.101079
  3. Morris, M. C., Tangney, C. C., Wang, Y., Sacks, F. M., Bennett, D. A., & Aggarwal, N. T. (2015). MIND diet associated with reduced incidence of Alzheimer’s disease. Alzheimer’s and Dementia, 11(9), 1007–1014. https://doi.org/10.1016/j.jalz.2014.11.009
  4. What Do We Know About Diet and Prevention of Alzheimer’s Disease? | National Institute on Aging. (n.d.). National Institute on Aging; https://www.facebook.com/NIHAging/. Retrieved March 14, 2023, from https://www.nia.nih.gov/health/what-do-we-know-about-diet-and-prevention-alzheime rs-disease